Si al escuchar las palabras “ácido láctico” te retuerces recordando el dolor de esa última serie, entonces es posible que no sepas en realidad qué es el ácido láctico, y qué representa cuando nos ejercitamos.
Esta sustancia, sinónimo de dolor para muchos, es en realidad todo lo contrario. Cuando hacemos ejercicio nuestros músculos están bajo tensión constante, y al lograr la tensión suficiente, comienzan a adaptarse al trabajo al que están siendo sometidos. Ahí aparece el dolor, que ocurre gracias a que nuestros músculos se vuelven más ácidos y liberan ácido para contrarrestar esto.
El ácido láctico entonces es una sustancia que causa un balance de pH (acidez-salinidad) dentro del músculo protegiéndolo contra la sensación de ardor y calor en el mismo.
Pero también tiene otras funciones importantísimas para nosotros. Esta sustancia, además de aliviar el ardor muscular, puede ser utilizada como una fuente alternativa de energía, siendo quemada de forma similar a la glucosa. Esto te hará durar más haciendo ejercicio, una vez que la sensación de ardor pase.
Ácido Láctico; Tu mejor amigo al ejercitarte.
Independientemente del objetivo que tengas, esta sustancia será clave en tu desarrollo deportivo por tres simples, pero poderosos motivos:
- Hormonas de Crecimiento Humano (HGH): Al ser liberado en el torrente sanguíneo, este ácido fomenta la aparición y estimula la generación de hormonas de crecimiento humano. Estas son importantísimas en diversos aspectos, siendo los más beneficiosos deportivamente la quema de grasa, aumento de masa muscular y construcción de músculo en general.
- Testosterona: También estimula la creación de testosterona, lo que es muy importante para el crecimiento muscular, definición y metabolismo. Podrás perder peso más rápido, ganar más músculo con cada sesión de ejercicio y tener más fuerza que nunca como resultado del ácido láctico.
- Estimulación de la mitocondria: Estas son máquinas de quemar grasa distribuidas a través del cuerpo, por lo que podrás adelgazar mucho más rápidamente al sentir el ardor.
Esto nos deja con la clásica frase de “sin dolor, no hay ganancia” (no pain, no gain).
¿Cómo aprovechar al máximo el ácido láctico?
Para aprovechar los beneficios de esto hay varias formas de hacerlo, que son muy recomendadas en el mundo de la musculación y que te ayudarán a conseguir más fácilmente tus objetivos:
- Finalmente tiene sentido la recomendación de trabajar el músculo hasta el fallo. Esto es muy útil, sin embargo es algo peligroso si ejercitas sólo y dependiendo del músculo que ejercites.
- Algunos ejercicios te harán sentir el ardor más que otros, siendo los más recomendados los burpees, la natación, los Sprint, los squats, las zancadas, el peso muerto y una gran cantidad de ejercicios de espalda.
- Otros músculos que son geniales para sentir el ácido láctico generándose son los bíceps y tríceps. Con estos ejercicios deberás trabajar hasta el fallo muscular, sin llegar al límite de lesionarte.
- Aprender tus límites es importante, sobre todo si lo puedes lograr de una forma segura.
- También asegúrate de practicar los movimientos de la forma más eficiente, para evitar también o reducir el riesgo de lesiones.
- Descansar es importante. Trabajar hasta el fallo es algo recomendable para acelerar tu crecimiento y desarrollo muscular, sin embargo es algo que no deberías hacer tan seguido; con unos tres días a la semana con descanso cada día de por medio bastará.
- Otro factor importante obviamente será la alimentación, a lo que deberás prestar incluso mayor atención para lograr el esfuerzo que quieres en cada rutina.
¿Necesitas ayuda con tus rutinas o tu alimentación? ¡Visita nuestra sección de rutinas de ejercicio por deporte o nuestros consejos de alimentación! Así podrás aprovechar al máximo los beneficios del ácido láctico. ¡Suerte!