Para cualquier deportista los días de descanso son tan necesarios para progresar como los días de entrenamiento.
Aunque sabemos que el éxito en cualquier disciplina deportiva está detrás de la constancia, no todos los días podemos entrenar pues en realidad no es beneficioso para nuestro cuerpo y realmente no nos acerca a nuestro objetivo.
No podemos entrenar todos los días porque al hacer ejercicio intenso la homeóstasis de nuestro cuerpo sale de su estado de equilibrio natural y ocurren ciertas rupturas en las fibras musculares, así que el cuerpo debe empezar a reparar estos pequeños daños, es decir, debe iniciar un proceso de regeneración y éste requiere para completarse, que se detenga la actividad física o que por lo menos se disminuya su intensidad.
Cuando el cuerpo no descansa lo suficiente y no ocurre una recuperación muscular adecuada, el deportista puede desarrollar una serie de síntomas que normalmente se denominan “síndrome del sobreentrenamiento”.
Entrenar todos los dias o descansar:Síndrome del sobreentrenamiento
La serie de síntomas que enmarcan este estado del cuerpo agotado son:
- Mayor ritmo cardiaco, incluso en reposo.
- Mayor presión sanguínea y un lento retorno a los valores normales
- Problemas respiratorios
- Hipotensión
- Temperatura corporal elevada.
- Disminución del apetito
- Aumento de la sed
- Problemas gastrointestinales
- Trastornos del sueño
- Sensación de agotamiento
- Dolores musculares anormales
- Propensión a lesiones, enfermedades o infecciones,
- Disminución de la rapidez de cicatrización
- Menor producción de glóbulos rojos
- Falta de concentración
- Cambios de ánimo
- Ansiedad e irritabilidad.
¿Cuántos días es adecuado descansar?
La necesidad de descanso del cuerpo dependerá directamente de la actividad física que se esté realizando, pero de manera general, un número equilibrado de días de entrenamiento oscilará entre los 3 y 4 días a la semana, alternando con días de descanso o de recuperación activa.
Un deportista de alto rendimiento entrena hasta 5 o 6 días cada semana, pero normalmente en estos caso se complementa su alimentación con proteínas, carbohidratos y vitaminas, cuentan con un programa de recuperación que incluye posiblemente masajes o fisioterapia, y están asesorados por un entrenador profesional.
Recuperación activa en los días de descanso
Para muchos la idea de no hacer ningún tipo de actividad física durante tres o cuatro días de la semana no es del todo agradable, así que se puede optar por hacer una recuperación activa que puede tener muy buenos beneficios y además sirve de complemento para el entrenamiento.
Durante los días de descanso puedes hacer actividades que te ayuden a desarrollar la flexibilidad, como el yoga por ejemplo, el stretching y la gimnasia. Este tipo de ejercicio hará que los músculos sean más elásticos, estirar promueve la circulación sanguínea y por ende la oxigenación, lubrica las articulaciones y amplía su capacidad de movimiento.
De igual manera, también se pueden realizar actividades cardiovasculares sin exigir al cuerpo, en este sentido, puedes elegir hacer una caminata, nadar, andar en bicicleta o ejercicios aeróbicos de bajo impacto.
La recuperación activa se realiza a menudo después de las sesiones de entrenamiento, son esos minutos que se dedican al enfriamiento o vuelta a la calma, en estos casos las sesiones son más cortas y no superan los 15 o 20 minutos.
El objetivo de la recuperación activa es ayudar al flujo sanguíneo y, por lo tanto, mejorar el aporte de nutrientes importantes a través de todo el cuerpo. Esto hará que el cuerpo se recupere más rápido de manera activa, ayudando a la reconstrucción de la homeostasis.
Si estás muy cansado o la actividad que realizas es bastante intensa puedes optar por unos días de recuperación activa y otros de recuperación pasiva, donde realices masajes, duchas de contraste y ejercicios de relajación, de esta manera tu cuerpo estará preparado para afrontar la próxima semana de entrenamiento.