Que es la garcinia de cambogia?

La garcinia cambogia es una planta nativa productora de frutas procedente de la India. Es muy usada en la cocina para la preparación del curry, además de su uso médico. Con el aspecto de una pequeña calabaza amarillenta o rojiza, el pericarpio (corteza) del fruto de la garcinia es desecado y se le realiza una extracción (sin utilizar disolventes dañinos) para obtener su extracto de hierbas rico en ácido hidroxicítrico (HCA). Como suplemento dietético adicional, el extracto de la garcinia puede ser utilizado en programas de control de peso. El ácido hidroxicitrico ha demostrado su efectividad como supresor del apetito y de la ingesta de alimentos. Además, este ácido inhibe la lipogénesis, proceso por el cual el cuerpo produce y almacena los ácidos grasos y el colesterol. La combinación de estas tres actividades tiene como resultado la regulación de la obesidad, sin los efectos secundarios asociados a la mayoría de los fármacos utilizados en el control de peso.

 

A diferencia del ácido cítrico, que está ampliamente distribuido en el reino vegetal, el HCA está limitado a un número reducido de especies de plantas, como la garcinia cambogia, g. atriviridis y g. índica, las cuales provienen de las mayores concentraciones en la naturaleza. El HCA contiene entre el 10% al 30 % (en peso) del residuo seco de la garcinia, una cantidad mucho mayor a cualquier otra fuente hasta ahora identificada. El HCA afecta a una enzima metabólica llamada ATP-Citrato Liasa a través de un proceso llamado inhibición competitiva. Cuando el consumo de calorías procedentes de los carbohidratos y grasas excede a la energía que necesite el organismo, el exceso es convertido en glucógeno, la verdadera fuente de energía de nuestro cuerpo. Cuando el glucógeno almacenado se satura, las calorías en exceso son convertidas en Acetil Coenzima A, una vía en la que está incluida la ATP Citrato Liasa. La Acetil Coenzima A, una llave implicada en el metabolismo de las grasas y carbohidratos, es secuencialmente transformada en moléculas de lípidos que son almacenadas en las células grasas (adipocitos) repartidos por todo el organismo. Mediante una estrecha relación con la enzima ATP Citrato Liasa, el HCA reduce enormemente la producción de Acetil Coenzima A, reduciendo así, la formación de grasas y colesterol. En lugar de eso, se sintetiza y almacena una mayor cantidad de glucógeno en el organismo, produciéndose la supresión del apetito y el ansia de comer. Los supresores del apetito se dividen generalmente en dos categorías: los que actúan en un plano central y los que actúan en una plano periférico. Los fármacos que actúan en el plano central son activos en el cerebro o en el sistema nervioso central. Estos incluyen las drogas de prescripción médica como las anfetaminas, las metanfetaminas, la fenmetracina y fenfluoramina; por otro lado están la fenilpropanolamina (que se encuentra en muchos productos para perder peso) y el Ma Huang (un extracto de hierbas que contiene efedrina y que también se utiliza en muchas formulas dietéticas).

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Las desventajas de este grupo de compuestos son que tienden a desarrollar cierta tolerancia en el organismo y a menudo provocan depresión, nerviosismo, insomnio y taquicardias. El HCA es diferente a estos supresores del apetito porque actúan en el plano periférico, no atraviesan la barrera hematoencefálica y por tanto no penetran en el cerebro o en el sistema nervioso central. Por el contrario, el HCA reduce la producción de grasas y al mismo tiempo aumenta la producción de glucógeno, estimulando los glucoreceptores en el hígado, amplificando la señal de saciedad al cerebro, lo que trae en consecuencia una reducción de la sensación de hambre.

Sumario de los beneficios del HCA:

1. Disminuye la síntesis de grasas, incluyendo a los triglicéridos y el colesterol.
2. Disminuye los niveles de LDL colesterol.
3. Aumenta la producción de glucógeno.
4. Reduce el apetito.
5. No desarrolla tolerancia.
6. No produce efecto rebote.
7. Posible aumento de la termigénesis.
8. Indicado para diabéticos.
9. No atraviesa la barrera hematoencefálica, por lo que no produce la estimulación del SNC.
10. No produce insomnio, nerviosismo, depresión, hipertensión arterial o taquicardia.

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